COOKIES SETTINGS

This website uses cookies to help analyse how users use the website and to optimise its use, as well as cookies necessary for the proper functioning of the website.


Necessary Cookies

These are own cookies that are necessary for the normal operation of the Website and are always stored.

+ info



Analytics cookies

We use third-party cookies to analyse your use of our website. The information is collected anonymously. As they are not necessary for the operation of the website you can choose not to accept them.

+ info



Advertising cookies

We use Google Maps to display the location map. The use of Google Maps generates different cookies that are used to show you content that may be of interest to you.

+ info



This site uses its own and third-party cookies to provide a better service. You can read more about our cookies policy.

    

Reportaje GK Recycling: EKOMODO

EKOMODO es una empresa que diseña y fabrica productos sostenibles a partir de residuos plásticos reciclados

Breve presentación de la empresa (actividad, localización…):

EKOMODO es una empresa con sede en San Sebastián y oficina en Beasain (País Vasco) que diseña y fabrica productos sostenibles a partir de residuos plásticos reciclados. Desde sus inicios, la empresa ha trabajado con más de 10 tipos de residuos diferentes buscando soluciones reales para darles una segunda vida y contribuir a una economía más circular.

Se han desarrollado proyectos personalizados para más de 300 empresas, tanto pequeñas como grandes, principalmente en España y también en otros países europeos. Sus soluciones se adaptan a las necesidades de cada cliente, siempre con el objetivo de unir sostenibilidad, diseño y funcionalidad.

Actualmente, EKOMODO Sustainable Company es la empresa matriz que agrupa y gestiona sus distintas líneas de negocio. El proyecto inicial dio lugar a nuevas áreas que nacieron bajo el mismo enfoque sostenible y comprometido. La compañía cuenta con tres divisiones principales para diversificar su oferta: Ekomodo, Mertx y Mobiliario.

¿Cómo y cuándo nació el proyecto? ¿Qué os animó a orientar vuestra actividad a la economía circular?

EKOMODO nació dentro del departamento de I+D+i de Eko-REC, una planta de reciclaje de PET ubicada en Andoain. Desde sus inicios, el objetivo del proyecto fue claro: transformar residuos que no tienen una salida circular en productos que sí la tengan, con valor en el mercado y potencial de circularidad real.

Dentro del departamento de I+D+i, se tuvo claro que el reciclaje no podía ser el final del proceso, sino el principio de una nueva etapa. El objetivo era demostrar que es posible transformar materiales descartados como botellas, redes de pesca y plásticos en productos útiles, con diseño y con mercado, capaces de volver a circular y generar valor.

El propósito del proyecto nace desde la motivación personal de los promotores de la empresa donde en el año 2019 se desvincularon de la spin-off de Eko-REC arrancando con su andadura independiente hasta el día de hoy.

¿Qué tipo de productos hacéis partiendo de la materia prima que utilizáis?

EKOMODO diseña y fabrica productos sostenibles a partir de materiales reciclados, combinando funcionalidad, diseño y compromiso. La gama incluye tanto productos textiles como accesorios de uso diario. Algunos de los productos más representativos son las fundas para ordenador e iPad, mochilas, carteras, botellas reutilizables, soportes para móvil, cuadernos, bolígrafos y accesorios para el hogar. Muchos de ellos están pensados para empresas que buscan productos personalizados con propósito, ayudando a las empresas a comunicar sus valores y reducir su impacto ambiental a través de productos útiles y duraderos.

Desde sus inicios, la empresa ha trabajado con más de 10 tipos de residuos diferentes buscando soluciones reales para darles una segunda vida y contribuir a una economía más circular: PET, polietileno de alta densidad, polietileno de baja densidad, tetra brik, redes de pesca, madera de pallets recuperada, cepillo de dientes, residuo plástico de rechazo, tapones de botellas de plástico… Y la empresa pretende continuar ampliando sus soluciones para los residuos y ampliar la cartera de productos para empresas.

¿Cuál es el valor de vuestra organización como proyecto de economía circular? ¿Y cuál es el valor ambiental y social de vuestra organización?

El valor de EKOMODO reside en la capacidad de transformar residuos en recursos valiosos. En un contexto en el que la producción y el consumo masivo de materiales plástico han generado un modelo insostenible. La empresa surge como una respuesta consciente con el propósito de dar una segunda vida a los materiales recuperados y demostrar que un residuo puede convertirse en un producto útil, bello y con propósito.

EKOMODO aboga el aprovechamiento de residuos cerrando el ciclo de los materiales con soluciones reales. A nivel social, promueve un modelo de producción más responsable, local y humano, generando empleo digno y sensibilizando a la ciudadanía sobre la necesidad de repensar sus hábitos de consumo.

EKOMODO trabaja con diferentes talleres sociales de Gipuzkoa y del territorio nacional fomentando el empleo de personas en riesgo de exclusión: Fundación Sarea, Sutargi, Fundación Manresa entre otros.

¿Qué importancia tiene el I+D+i en vuestra organización?

Desde el origen, cada producto que se desarrolla es parte de un análisis previo: se evalúa el impacto ambiental de los materiales, el proceso de fabricación y la utilidad real del producto. Esta visión permite innovar de forma coherente los valores de la empresa, asegurando que cada paso que se da tenga sentido tanto desde el punto de vista medioambiental como funcional.

Gracias a la apuesta por la investigación y el desarrollo, EKOMODO crea productos que no solo cumplen con sus expectativas de sostenibilidad, sino que también conectan con sus públicos de manera directa. Además, el enfoque innovador impulsa a estar en constante evolución, explorando nuevos materiales reciclados, procesos más eficientes y soluciones personalizadas que respondan a los retos actuales de las marcas que están comprometidas con el cambio.

¿Cuáles han sido vuestros principales logros de estos años?

A lo largo de estos años, en EKOMODO se ha conseguido demostrar que es posible transformar residuos en productos funcionales, atractivos y sostenibles, contribuyendo activamente a la economía circular desde el diseño.

Uno de los principales logros ha sido crear una gama de productos reciclados y reciclables, todos con una fuerte componente de diseño, que rompen con la percepción de que lo sostenible es menos estético o de peor calidad. EKOMODO ha conseguido posicionarse como una marca que une funcionalidad, compromiso ambiental y diseño contemporáneo.

Otro logro muy significativo ha sido atraer a empresas que buscan alinear su estrategia de sostenibilidad con acciones concretas. Muchas organizaciones han encontrado en los productos de EKOMODO una forma coherente y visible de transmitir sus valores, tanto a través del regalo corporativo como en eventos o campañas internas. Esta conexión con el tejido empresarial ha sido clave para amplificar el impacto y demostrar que sostenibilidad y marca pueden ir de la mano.

¿Qué pensáis que es necesario para que la economía circular se consolide, en general; y en Gipuzkoa, ¿en particular?

Es necesario un cambio profundo en la manera en la que se produce, se consume y se entienden los recursos. A nivel general, hacen falta tres elementos clave: voluntad, compromiso empresarial y concienciación ciudadana.

Es importante que se generen marcos normativos que favorezcan el ecodiseño, la reutilización y el reciclaje. Por otro lado, el sector empresarial debe apostar de forma decidida por modelos de negocio sostenibles e innovadores, donde se priorice la durabilidad y el uso de materiales reciclados. Por último, la ciudadanía debería tener acceso a productos circulares competitivos, bien diseñados y accesibles, que faciliten la transición hacia un consumo más responsable.

Los procesos de economía circular aún están en desarrollo y trabajar con materiales circulares resulta más complejo que con materiales vírgenes. Además, la producción conlleva un mayor coste económico y, en general, los productos resultantes son menos competitivos en el mercado. Sin embargo, la gran ventaja es que damos una segunda vida a materiales que de otro modo acabarían en el vertedero, y al reutilizarlos evitamos el uso de recursos vírgenes, contribuyendo así a reducir el impacto ambiental.